Psicoanalizame ESTA

22 feb 2016

Hay enfermedades y trastornos neurológicos que son aceptables y hay enfermedades y trastornos neurológicos que son inaceptables.

Es aceptable que a un niño le falte una pierna y tenga que usar silla de ruedas.

Es inaceptable que una niña tenga sobrepeso.

Al niño sin pierna le tenemos pena, tratamos de ayudarlo con la silla de ruedas cuando tiene alguna dificultad. Lo miramos haciendo un puchero. Y miramos a la madre de la misma manera. Pobrecita la mamá también.

A la niña que no para de comer le decimos PARÁ DE COMER.

Rezamos dos o tres padres nuestros por ese chiquito de 4 años que acabamos de enterarnos que tiene diabetes.

Pero no nos parece bien ni razonable ni adecuado que un chico tenga ecolalia *Perturbación del lenguaje que consiste en repetir involuntariamente una palabra o frase que se acaba de oír o que acaba de pronunciar la misma persona*.


Hacemos todo un análisis exhaustivo sobre los "problemas de conducta".


Y aquí también hay una rara selección: hay comportamientos aceptables e inaceptables.

Es inaceptable que un niño de 3 años no pueda seguir una consigna simple como "vení acá".

Sin embargo es absolutamente aceptable y esperable que un niño de 6 años le pegue al hermano con el palo de escoba en el lomo. No más tele por dos horas y chau picho.

Pero el niño de 3 años que no pudo venir para acá ante la orden, es indefectiblemente carne de análisis y sentencia.



Hice psicoanálisis 2 veces por semana durante 18 años.

Con esto quiero decir que confío en dicha herramienta de autoconocimiento. Me parece un recurso inteligente, profundo y revelador. Un camino inquietante y honesto.

Habiendo dicho esto, digo lo siguiente: NO TODO ES PSICOANALIZABLE.

Lo lamento en el alma, pero es así.

No es inteligente ni serio ni posible analizar todo.  

Es estúpido.

Es peligroso, errado.

Sin embargo, la mayoría de las personas que conozco, lo hacen abiertamente.  Incluso aquellos que jamás han hecho ningún tipo de trabajo terapéutico consigo mismos.

Psicoanalizar el accionar de un niño con dificultades es infame si viene de parte de su entorno y es letal si viene de parte de un profesional de la salud.

Aconsejo que, especialmente los pediatras, pongan más foco en las evidencias clínicas y muchísimo menos foco en la psicología de almacén.  O los invito a que cambien de carrera universitaria a tiempo.

A los no profesionales que psicoanalizan a lo pavote, los invito a la introspección.

A los chicos a los que no se les nota en el cuerpo su discapacidad o una enfermedad, no se les permite la mala conducta.

"Está bien, sabemos que tiene Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad, pero lo que está haciendo lo hace porque es un maleducado. ¡Que se quede sentado un minuto!".

Por supuesto, los chicos son maleducados. Los grandes somos maleducados. Pero un chiquito con dificultades NO ELIGE sus comportamientos inadecuados.

Psicoanalizar el comportamiento de un niño atenta contra su calidad de vida y la de su familia.

No está bien psicoanalizar el accionar de un niño que no puede controlar lo que hace.
No está bien psicoanalizar a un niño o una niña que no puede comprender qué le pasa.
No está bien psicoanalizar a un niño o una niña que no puede explicar qué le pasa.

Si alguno opina lo contrario, lo invito a que realmente psicoanalicemos todo

Psicoanalicemos la amputación del brazo de un niño de 4 años.
Psicoanalicemos el Síndrome de X-Fragil de un recién nacido.
Psicoanalicemos la ceguera de una niña de 7.
Psicoanalicemos la leucemia de un niño de 2.


9 comentarios:

  1. Querida Cintia, también aplaudo tu decisión de poner en palabras tus vivencias como madre de un niño con ¿trastornos?
    Entiendo y acuerdo con tus recomendaciones a quienes desde un lugar de "autoridad" opinan sin más fundamentos que los que les aportó la abuela, o lo que es peor, el sentido común. Sin embargo, me parece prudente y necesario aclarar que, el Psicoanálisis no es más que una psicoterapia de elección para ciertos y determinados padecimientos -pocos pero muy difundidos, como son la histeria, la fobia y las neurosis obsesivas- y no pretende ser una panacea de cualquier sufrimiento que sea, o parezca, mental. Las pretensiones hegemónicas en el campo de las ciencia -aunque sean blandas- corren por cuenta de las ilusiones narcisistas o las conveniencias económicas de quienes las sostienen y/o difunden. Cada trastorno, cada sufrimiento, cada anormalidad tiene sus causas y en consecuencia su específico tratamiento.

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  2. Te aplaudo de pie. Estoy harta de dar explicaciones. De que estemos sometidos, mi hijo y yo, a una lupa gigante y constante.
    Te abrazo y comprendo en cada palabra.

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